Habla para que te conozca. Expresar: pensar y pensarnos.

El lenguaje es el instrumento por el que se controla la comunicación verbal. La persona es lo que expresa, por lo que hablar con corrección es de gran importancia. Fluidez verbal, elocuencia, concisión, ritmo, tono, pausas, son fundamentales para conseguir una buena oratoria y ofrecer la mejor imagen de uno mismo. Ya lo decía Sócrates: «Habla para que te conozca».

La mayoría estaríamos de acuerdo en considerar que la comunicación es trasmisión de información. Información en sentido amplio: ideas, emociones. Los mensajes que damos no sólo son verbales sino, simultáneamente, no verbales. Y esto es cierto pero la comunicación es algo mucho más profundo y serio. A través de ella decimos a nuestro entorno quién somos, qué nos preocupa, cómo queremos ser tratados y hasta cierto punto lo que creemos de nosotros mismos. Nuestros pensamientos, nuestras creencias configuran cómo nos vamos a comunicar.

Observe el lector su cuerpo cuando se “siente seguro”. Probablemente sus hombros estarán hacia atrás, su espalda recta, su mandíbula ligeramente hacia arriba. Camine así por la calle y estará, sin hablar, generando efectos muy determinados: trasmitirá seguridad. Pruebe a caminar con los hombros encogidos, mirando al suelo, con la comisura de los labios hacia abajo, verá que los efectos que genera en los demás y en sí mismo son muy distintos.

Mejorar la comunicación no es sólo trasmitir correctamente sino “pensar y pensarnos” de una manera diferente. Es decir, tener inteligencia emocional.

Y es que este déficit en comunicación ya viene desde el colegio. La mayoría de estudiantes universitarios, por ejemplo, ya vienen de serie con miedo a hablar en público. Sus intervenciones servirían para escribir un espléndido manual de lo que no debe de hacerse. En otros países los exámenes son orales. Cuidan esta habilidad porque saben de su relevancia. Miren los grados universitarios y se asustarán por la falta de este tipo de estudios. Por ejemplo, algo tan universitario como los grupos de debate brillan por su ausencia.

Nos indignamos cuando oímos que profesores con bajo nivel de inglés dan clases de ese idioma pero no nos planteamos el nivel que tienen en expresión oral. Hay que interesar a los niños, hay que ofrecerles modelos adecuados que puedan usar de modelo. El gran problema de expresarse es el miedo a la evaluación, a lo que los demás piensen de uno. Este miedo desemboca en ansiedad y cuando quitas esta ansiedad tanto el niño como el profesional empiezan a mejorar su destreza. El miedo a lo que pensarán de nosotros no solamente afecta cuando hablamos en público sino también cuando nos relacionamos en nuestra vida cotidiana.

Pero trabajar la comunicación no tiene por qué empezar en las escuelas. Hay que darse cuenta de los mensajes que trasmitimos. En los parques infantiles he visto secuencias interesantes. Ver a uno de los padres pegar a un niño diciéndole: “¡No está bien pegar”. Diciéndole a gritos: “No grites”. Lo terrible del caso es que esos padres no se dan cuenta de que están comunicando al niño justo lo contrario de lo que quieren trasmitir. El mensaje real, fácilmente, se convierte en: “pega, grita”. En definitiva, “haz lo que hago pero no lo que te digo”.

Hace poco, tomando un café, un conocido me explicó que no saben qué hacer con su hija. Le dicen que estudie, que lea y no hace nada de eso. Estuve a punto de preguntarle: “¿Ella os ve leer o sólo decís que lea y vosotros veis sólo la televisión?”. Todo ello son mensajes que calan muy profundamente en los niños, en las personas. Hay que ser conscientes de cómo comunicamos y de los efectos que genera nuestra comunicación.

hablaCuando comunicamos estamos influyendo, estamos expresando a todos cómo pensamos, en lo que creemos, nuestros puntos fuertes y débiles. La persona insegura ¡comunica a la perfección su inseguridad! La tímida, al expresarse, enrojece, rehúye la mirada, quizás hasta tartamudee. Expresa perfectamente lo que en esos momentos siente. Aunque, probablemente, se sienta mal porque no quiere generar estos efectos. ¡No quiere comunicar cómo lo hace! Y ese sentirse mal acentuará su forma de interaccionar, es decir, en nuestro ejemplo, se sonrojara, hasta tartamudeará más. Y nos etiquetarán. Y nos tratarán en función de este etiquetaje. ¡Y sácate esta etiqueta de encima! Es más, es fácil que hasta esto contribuya a que uno se auto etiquete y se comporte con los demás en función de cómo se ha encasillado.

Es inevitable que la gente tome decisiones sobre nosotros según cómo nos expresemos y relacionemos. Imagínese el lector a todo un profesional con un currículum excelente pero, que en su entrevista de selección, no se expresa con claridad, no es coherente, se deja llevar por una emocionalidad que juega en su contra. ¿Lo cogería?

La mejora en la expresión oral pasa por muchos sitios, es cierto. Disponer de un buen vocabulario, saber lo que se quiere trasmitir etcétera. pero, fundamentalmente, pasa por vencer estas inseguridades. Cuando alguien me dice que “no sabe hablar en público” le contesto: “¿Cómo lo haces para hacerlo mal? Yo sé lo que hago para hacerlo bien pero no sé qué haces tú para hacerlo mal”. ¡Se sorprenden! Quizás piensen que hablar en público es algo que está en el ADN ¡y no! Es puro método. ¿Para cuándo las asignaturas de expresión oral en los colegios?

Artículo publicado en La Vanguardia

Habla para que te conozca. El arte de la oratoria.

Aunque hace más de dos mil años se sabía que hablar en público y comunicarse con eficacia era clave para triunfar en la sociedad, en el mercado actual pocos son los centros y las universidades españolas que enseñan a sus alumnos el arte de la oratoria de Sócrates, Cicerón o Quintiliano. Por ello, algunas universidades, centros de emprendedores y cámaras de comercio han puesto en marcha iniciativas que están acercando a los estudiantes, emprendedores y profesionales a esta materia mediante conferencias, talleres y cursos de formación para potenciar sus habilidades en oratoria.

Hablar en público con eficacia y seguridad no sólo ayuda a crear mejores profesionales, empresas más competitivas o líderes capaces de elaborar discursos persuasivos, sino que también aumenta la autoestima y confianza personal, potencia las relaciones y permite desarrollar la inteligencia emocional, este es el mensaje que transmito a mis alumnos en los cursos que imparto sobre esta materia.

En nuestra sociedad no es difícil encontrar reuniones de trabajo interminables, clases donde los alumnos acaban aburridos o presentaciones que no cumplen las expectativas; todo ello debido a una falta de dominio de la palabra oral.

Aprender a sintetizar las ideas clave, conocer a nuestro interlocutor antes de hablar o preocuparnos por entregar algo útil al público son elementos clave para comenzar a mejorar nuestras habilidades de comunicación.

Comunicar bien la idea de un proyecto o servicio es clave para que consiga tener éxito. Se puede tener el mejor producto, pero si no sabes transmitirlo ni comunicarlo, nadie acabará por comprarlo. Será una idea más que ha quedado en el baúl del olvido. Para ello, lo mejor es realizar una excelente preparación, presentar la idea de proyecto a amigos, familiares y potenciales clientes, escuchar activamente sus opiniones y perfeccionar las partes que necesiten mejora.

Para perfeccionar el arte olvidado de la oratoria de Cicerón, empieza por analizar las técnicas de Steve Jobs, Barack Obama o las conferencias TED. Investiga, lee y fórmate sobre la materia. No basta con saber o aprender, sino que hay que ponerlo en práctica. Aprovecha la siguiente reunión o propon impartir conferencias.

Recuerda que cuanto más se practica, más experiencia se consigue y mejor se transmiten los proyectos.

Artículo publicado en La Vanguardia

CARTA ABIERTA A MI QUERIDA FAMILIA CUBANA. UNAS REFLEXIONES COTIDIANAS.

OLÚO IBORÚ¡ AWÓ IBOYA¡ SANTEROS IBOCHICHÉ¡

IMG_3468Me congratulo en que estéis todos bien y que Juan Carlos y su familia estén ya instalados en su nuevo hogar en Miami. Les deseo lo mejor.

Mis dos hijos se encuentran muy bien de salud, y están muy bien cuidados con mucho esmero y amor. El próximo día 25 cumplirán su primer añito. Ahora están dando sus primeros pasos por ellos mismos. Son guapísimos y se les ve muy inteligentes. Ya les está saliendo el octavo diente.

Mis asuntos siguen muy bien como siempre. Asesorando y ayudando a las personas que solicitan de mi consejo y el servicio de mi CONSULTORIO UNIVERSAL.

Evidentemente me sobran los pleitos contraídos en el entorno comunitario, aunque los voy ganando jurídicamente, con el tiempo, no dejan de ser un tema desagradable en sí mismo, pero pensándolo bien resulta muy interesante e ilustrativo el pragmatismo en que se desenvuelven.

Recuerdo el refrán: “no hay mal que por bien no venga”. Quizá esta situación haya sido un mal necesario para enseñarme a vencer los obstáculos y dificultades de esta vida, y consecuentemente crear un respeto firme y definitivo hacia mi persona, consolidando mi reputación como Maestro Santiago, Gurú Metafísico Universal, Obá cubano, Olofista afroamericano, Baba Chief, Ifa Priest en Nigeria.

No pensaba que la creación de este CENTRO DE LA CULTURA UNIVERSAL tan diferenciada de la cultura europea iba a originar tanto revuelo y envidia en mi entorno. Y que para finalizar su construcción tuviera que litigar con unas aparentemente buenas personas, quizá algo desinformadas del lento pero eficaz proceder de la Justicia y el Derecho Universal que me asiste.

Simplemente creía que haciendo el bien a la humanidad y ayudando al que me necesita cumplía perfectamente mi Misión es esta vida y que sería respetado por ello. ¿Existe algo más digno y gratificante que sentirse útil ayudando a los demás?

Creo en la tolerancia a las creencias culturales y religiosas de las personas y los pueblos. Cualquiera que sea su origen, el hecho diferenciador debe ser un potencial enriquecedor y ejemplarizante para todos los seres humanos.

Mi querido y recordado padre (e.p.d.) decía: EL MEJOR CONSEJO QUE TE PUEDO DAR, HIJO MIO ES, HAZ EL BIEN Y NO HAGAS MAL A NADIE. Y es lo que sinceramente procuro hacer. Este consejo lo llevo escrito en mi corazón.

Para evitar y prevenir cualquier posible violencia, he escogido el incierto camino de la JUSTICIA, esperando así, resolver estas cuestiones o mal entendidos. De una manera mucho más acorde con mi forma de ser y pensar.

Espero y deseo que esta etapa de consolidación y reconocimiento se consolide lo antes posible con la finalización del CENTRO DE LA ENERGÍA VITAL DEL UNIVERSO, y pueda reemprender la Misión que el UNIVERSO me tiene encomendada en esta vida.

IMG_0145Mi conciencia me indica que hay que vivir en PAZ y ARMONIA con mi naturaleza interior y con mi entorno. Debo ver las cosas de la vida con más comprensión y reflexionar sobre ello. Dedicarme intensamente a la investigación antropológica y a la meditación introspectiva del Ser para poder ayudar a mejorar a los demás.

Pero mi necesidad de PERMANENCIA en lo terrenal, me indica también que para proseguir mi mandato hay que luchar hasta lo indecible para lograr alcanzar el Estadio de la EXCELENCIA, y alcanzar el pleno entendimiento de los propios hechos realizados, y la comprensión de las ineludibles consecuencias que nos exponemos al actuar.

Ciertamente este es el camino, no desistir nunca del propósito deseado, y disponer de la ENERGÍA VITAL del UNIVERSO necesaria permanentemente hasta alcanzarlo y conseguirlo.

Y todo ello, sin olvidar hacer el bien a todas las personas de la humanidad, siempre en el marco del mutuo respeto.

Por lo tanto la ENERGÍA VITAL DEL UNIVERSO me potencia y engrandece para vencer el intento depredador de mis supuestos enemigos, si aún los tengo. Pues puede que a estas alturas, después del largo tiempo transcurrido en los diferentes procesos legales emprendidos. Cuando lleguemos al final de todos los caminos, agotadas finalmente todas las oportunidades, todos los recursos, todas las apelaciones. Cuando las sentencias sean definitivamente firmes e inapelables en todos los estamentos judiciales, y lleguemos al punto final y hagamos el último recuento de las bajas o daños colaterales acaecidos. Seguramente entonces, la mente de los contrarios se iluminará por la propia realidad impuesta definitivamente. Se les “hará la luz” y comprenderán que han sido utilizados por el UNIVERSO, como instrumentos para mayor Gloria del mismo UNIVERSO, para hacer que el Bien prevalezca sobre el mal. Quedando finalmente legalizado y finiquitado este absurdo contencioso con las sentencias favorables conseguidas por derecho propio.

EL CENTRO DE LA ENERGÍA VITAL DEL UNIVERSO a los ojos de la opinión pública, creyentes y no creyentes, mediante la gracia del UNIVERSO, sigue pues adelante en el proceso creativo de su futura misión educadora e impartidora de las enseñanzas metafísicas y antropológicas del Universo.

Como el Ying y el Yang, el mundo gira y gira de un extremo a otro, lo que hoy está arriba mañana es abajo , los ciclos de la vida se suceden ininterrumpidamente, la evolución de la humanidad sigue imparable, y antes de llegar al final de nuestra existencia puede que reflexionemos, nos reencontremos y nos congratulemos juntos y amigablemente de estas experiencias vividas, pasadas y ya superadas.

Querida familia cubana, hermanos míos, como bien sabéis, se puede ser MARTILLO o YUNQUE en esta vida. Y como en la humanidad siempre habrá incansables investigadores y creadores de progreso y bienestar (martillos), y consecuentemente también numerosos envidiosos por su propia incompetencia o desidia (yunques), puedo deciros fehacientemente que es tan difícil convertir la envidia en admiración y reconocimiento, como imposible es convertir un asno en un hermoso corcel blanco. Pero no perdamos la esperanza. Hay que “dar tiempo al tiempo”, o “vivir para ver”. Todo es cíclico, incluso nuestra “reencarnación”.

Y con ello pongo fin en el día de hoy a estas reflexiones, y antes de irme a descansar os envío mi “Bendición Universal” para que el Universo nos proteja e ilumine permanentemente. Deseo un feliz cumpleaños a Margarita. Un besito a mi ahijado Jaime, Melany, Inés, a la mamá y un fuerte abrazo para Oscar, Levy y los demás que se encuentren presentes en la casa.

Os quiere, siempre,

EL MAESTRO SANTIAGO
Gran metafísico universal